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31
May

Crédito hipotecario: Ocho conceptos básicos para entenderlo

La idea de comprar una casa o departamento es emocionante, llena de ilusiones y planes para el futuro. Pero, seamos honestos, cuando la conversación llega al crédito hipotecario, a veces parece que entramos en un laberinto de términos complicados y números que asustan. Sentirse un poco abrumado al principio es completamente normal.

Es por eso que en HUB Inmobiliario queremos explicar este proceso y convertirlo en algo claro y comprensible. Lo que buscamos es darte la confianza para que sepas exactamente cómo funciona esa herramienta financiera clave que te abrirá las puertas de tu nuevo hogar. Así que, prepárate para entender los conceptos básicos del crédito hipotecario de una forma sencilla y directa.  

¿Qué es un crédito hipotecario y por qué es tan importante?

En términos simples, el crédito hipotecario es un préstamo grande que te otorga una institución financiera (un banco, una sofom, etc.) para comprar un inmueble. La característica principal es que la propiedad misma se convierte en la garantía de ese préstamo. Esto significa que, si por alguna razón no pudieras pagar, la institución podría quedarse con la propiedad para recuperar el dinero. Suena serio, ¿verdad? Y lo es, por eso es tan importante entenderlo a fondo.

La mayoría de las personas necesitan un crédito hipotecario porque muy pocas tienen el monto total del precio de una casa guardado en el banco. Este préstamo te permite adquirir un bien de alto valor, pagándolo poco a poco, en cuotas mensuales, durante un periodo de tiempo prolongado, que suele ser de 10, 15, 20 o incluso 30 años.

Conceptos clave que debes manejar (¡toma nota!)

Para que te sientas más seguro al hablar con los bancos, aquí te presentamos los términos más importantes que escucharás una y otra vez: 

  1. Enganche (o pago inicial):

Este es el primer monto de dinero que tú pones de tu bolsillo para comprar la casa. Generalmente, es un porcentaje del valor total de la propiedad, que suele oscilar entre el 10% y el 30%. Por ejemplo, si una casa cuesta $2,000,000 y el banco te pide un 10% de enganche, necesitarías $200,000. Mientras mayor sea tu enganche, menor será el monto que tendrás que pedir prestado, y esto resulta en mensualidades más bajas o mejores condiciones.

  1. Monto del crédito:

Es la cantidad de dinero que el banco te presta para completar el valor de la propiedad, una vez que has cubierto el enganche. Siguiendo el ejemplo anterior, si la casa cuesta $2,000,000 y pones $200,000 de enganche, el monto del crédito sería de $1,800,000.

  1. Tasa de interés:

Aquí es donde la cosa se pone interesante. La tasa de interés es el "precio" que pagas por el dinero prestado. Se expresa como un porcentaje anual. Una tasa de interés más baja significa que pagarás menos dinero en total por tu crédito. Hay dos tipos principales:

  • Fija: La tasa de interés no cambia durante toda la vida del crédito. Esto te da mucha tranquilidad, ya que sabes exactamente cuánto vas a pagar cada mes. Es la más común y recomendada para estabilidad.
  • Variable: La tasa de interés puede cambiar periódicamente (por ejemplo, cada 6 o 12 meses) de acuerdo con algún índice de referencia. Esto significa que tus mensualidades podrían subir o bajar. Aunque parece atractiva si la tasa baja, también implica un alto riesgo si sube.
  1. CAT (Costo anual total):

Este es un término muy importante que debes entender en cualquier tipo de crédito: El CAT es una herramienta que te permite comparar diferentes ofertas de crédito hipotecario de manera justa. No solo incluye la tasa de interés, sino también todos los otros costos asociados al crédito: comisiones, seguros, gastos de investigación, etc. Siempre busca el crédito con el CAT más bajo, ya que es el que te saldrá más barato en el total del préstamo.

  1. Plazo del crédito:

Es el tiempo en años que tienes para pagar el préstamo. Como mencionamos, puede ir de cinco hasta 30 años. Un plazo más corto significa que tus mensualidades serán más altas, pero pagarás menos intereses en total. Un plazo más largo significa mensualidades más bajas, pero pagarás más intereses a lo largo del tiempo. Aquí la clave es encontrar el equilibrio entre una mensualidad cómoda y el total de intereses a pagar.

  1. Mensualidad (o cuota mensual):

Es la cantidad fija de dinero que deberás pagar cada mes al banco para ir amortizando tu crédito. Esta mensualidad incluye una parte del capital que te prestaron y una parte de los intereses. Es fundamental que la mensualidad se ajuste a tu capacidad de pago, no te endeudes más de lo que puedes pagar cómodamente.

  1. Seguros asociados:

Los créditos hipotecarios suelen incluir seguros obligatorios para proteger tanto al banco como a ti. Los más comunes son:

  • Seguro de vida: Cubre el saldo insoluto del crédito en caso de fallecimiento o invalidez total y permanente del titular.
  • Seguro de daños: Protege la propiedad contra eventos como incendios, terremotos, inundaciones, etc.
  1. Gastos de apertura y cierre:

Además del enganche, deberás considerar otros gastos al principio del proceso, que suelen ser un porcentaje del valor de la propiedad o del monto del crédito. Estos incluyen: 

  • Avalúo: Un perito valuador determina el valor comercial de la propiedad.
  • Comisión por apertura: Un cargo que el banco cobra por otorgarte el crédito.
  • Gastos de investigación y verificación: Para analizar tu perfil crediticio.
  • Gastos notariales: Honorarios del notario público por formalizar el contrato de compraventa y el crédito.
  • Impuestos: Impuesto sobre Adquisición de Inmuebles (ISAI) o su equivalente local. 

Entender estos conceptos es tu primer gran paso para acercarte a la meta de ser dueño de tu propio hogar. No te apresures, compara ofertas de diferentes instituciones financieras, pregunta todas tus dudas y asegúrate de que cada término esté claro para ti. Recuerda que no hay preguntas tontas cuando se trata de una decisión tan importante.

El crédito hipotecario es una herramienta poderosa cuando se utiliza con conocimiento y responsabilidad. Con la información correcta, estarás listo para tomar las mejores decisiones para tu futuro.

¿Hay algún otro concepto que te gustaría que exploremos? Déjanos tus preguntas y comentarios. Nos encanta ser tu guía.